martes, 24 de septiembre de 2013

Tururú

Hoy me he levantado con una noticia que me ha espabilado más que el café. En ABC, primera plana, "España empieza a convencer al mundo".

Como no sabía muy bien de que convencía al mundo me pongo a leer y resulta que de lo que hablan es de economía, con lo que no m e queda claro de que España hablan. Y resulta que hablan de ésta. 

España ya mejora.

España ya mejora, los 6 millones de parados están encantados, España mejora, y los pensionistas con pensión reducida por ley están entusiasmados, España mejora y los profesores despedidos están emocionados, como los alumnos, que ahorran en calefacción al estár más juntitos en las aulas, por aquello de la masificación, España mejora, y los enfermos crónicos están fascinados por contribuir con el pago de medicinas necesarias para su supervivencia un 50% más caras.

España mejora, y los que esperan cobrar lo prometido por la ley de dependencia desde hace dos años están que se salen de contentos. España mejora, y desde las colas de espera de la sanidad se regocijan, España mejora y los que se han quedado sin beca y sin poder estudiar, a pesar de aprobar el curso, están en éxtasis de felicidad. España mejora, y los que no pueden pagar la subida del 50% de las tasas universitarias están maravillados con la noticia, españa mejora, y por eso los que firman ERES favorecidos con la nueva ley laboral lo hacen con alborozo, al saber que la rebaja de su sueldo ayuda a ganar competitividad y que la empresa venda más en china. España mejora, y los 600.000 niños que se quedarán sin ayudas para material escolar, lloran de alegría.

España mejora, y los bancos que se han ahorrado 61.000 millones, que son los que hemos puesto todos los españoles a su servicio, a fondo perdido, por solidaridad, están agradecidos. España mejora y los camareros licenciados contratados por horas encadenando contratos precarios con trabajos en negro se marchan orgullosos a la casa de sus padres, donde viven desde hace 35 años. Como se ve, hay muchos motivos para la alegria desbordada en España, las empresas del IBEX remontan y tienen beneficios pese a la crisis, ¿que más podemos pedir como país?

España mejora, y quien quiera verlo sólo debe coger un avión y aterrizar en el aeropuerto de castellón o de Ciudad Real, donde no tendrá problemas de pistas disponibles.


miércoles, 18 de septiembre de 2013

Ola ke ase, despertamos o que ase?


Imaginemos un país donde se prohibiese hablar mal de los gobernantes en las escuelas, donde los libros a utilizar tuviesen que pasar por la aprobación previa de la censura de los gobernantes, donde dentro del recinto escolar se legisle por ley cuales son los símbolos ideológicos permitidos (o que el que legisla entienda por ideológicos) donde un acto de protesta por parte de la comunidad educativa terminase con la elaboración de unas listas con nombres y apellidos de los que han protestado y enviada diligentemente al gobierno contra el que protestan.

Y ahora dejen de imaginar. No, no estamos en los años treinta europeos, ni en la antigua unión soviética, ni siquiera en la dictadura de aquel señor bajito que nos acompaño unos 40 años. Estamos en Baleares. Hoy. En democracia.

No es que se regule el temario, es que dentro de ese temario se regula el enfoque con que se explica el temario, las formas. Se prohíbe hablar mal de los políticos. Cosa que incluye cualquier tipo de crítica. Sólo queda pues, como posibilidad de disertación, la mera descripción de los hechos (siempre y cuando no dejen mal a los políticos ya que puede ser considerado como mal meter), sin opinión o la loa descarada, que no está prohibida, curiosamente.

Si se explica matemáticas, es fácil cumplir la ley. Si se da economía, filosofía, sociales etc. La cosa se complica. A no ser que queramos explicar las cosas sin contextualizarlas a la realidad social, cosa de difícil encaje en eso que se llama pedagogía.

Y esto se hace en un mundo, en un país en que es difícil saber contra quien gobiernan los políticos. Contra, no a favor.

Estamos en una realidad donde el presidente del gobierno, en campaña electoral acusa a Zapatero de subir los impuestos sin que estuviese en su programa electoral, que él no hace lo que no está en su programa electoral.

Rajoy, actual presidente por mayoría absoluta, prometió no subir los impuestos, y nos despertamos con el IVA al 21% y con subidas en el IRPF, prometió líneas rojas en los recortes, la sanidad publica libre y gratuita, las pensiones, la educación eran intocables.

Y nos despertamos con el señor Wert anunciando, sin wertgüenza, el aumento de un 20% en las becas para a continuación reconocer que pese a ese aumento unos 10.000 estudiantes se quedarán sin beca, pese a que otros lo cifran en 80.000. Todo ello sumado con los 600.000 alumnos que se quedarán sin ayudas para material escolar. Cosa aparte es que las becas se dividen en dos pagos siendo el primero garantizado y el segundo condicionado a disponibilidad presupuestaria. Es decir que a uno le conceden la beca, pero no es seguro que la cobre toda. Y todo esto bajo la delgada línea roja marcada en la campaña electoral.



Y nos despertamos con una subida de IVA al 21%, mientras guardamos las banderolas, las pancartas, las camisetas y los twiters en el lugar del olvido donde se almacena todos los argumentos de la campaña, en el rincón más oscuro.



Y nos despertamos con una privatización de la sanidad pública, regalando los modernísimos hospitales, inaugurados por Esperanza Aguirre, a las empresas privadas con full equipment. Los antiguos privatizadores, ahora en la empresa privada, los recogen con gusto. Se excluyen medicamentos de la seguridad social para que siga siendo gratuita, se excluyen beneficiarios para que siga siendo universal, y se privatiza para que siga siendo pública. Cumpliendo a rajatabla las líneas rojas que nos prometieron y por lo que les votamos (los españoles por mayoría), La justicia dice que no, que se paralice, pero a los politicos de turno, esos que respetan la ley y las decisiones judiciales, dicen que seguirán adelante con el proceso. Eso sí, con absoluto respeto a las decisiones judiciales.

Y nos despertamos con la buenísima noticia de que las pensiones siempre van a subir. Y no veas el alivio que nos dan. Pero unos días después, y tras leer la letra pequeña, resulta que lo único que hacen es darnos.

Resulta que acto seguido nos despertamos con la noticia de que la reforma de las pensiones, esa que no nos va a bajar la pensión nunca, hará que la pensión media se devalúe unos 1.500 euros anuales. Que el propio estado estima que subiéndonos la pensión por ley si o si se ahorrará 33.000 millones entre 2014 y 2022. Se dejarán de pagar 33.000 millones en pensiones y eso subiendo la pensión siempre. Magia. Sin saltarse las líneas rojas que nos prometieron y por las que tienen mayoría absoluta.

Y nos despertamos en un país con unos señores que quieren dejar de ser España, quieren dejar de formar parte de la tierra de los naseiros, filesas y bárcenas, por este orden. Cosa comprensible si no fuese por querer formar parte de los millets, itv-pujol, financiación ilegal de Unió etc. Mismo perros con distinto collar. (Dejando a un lado sentimientos nacionalistas, que como sentimientos son comprensibles) Claro que el resto de zonas no está muy diferente, Andalucía, Galicia, Valencia, Baleares....cada uno tiene lo suyo. Mismos perros.

Y miro este pueblo como se defiende del gobierno que legisla contra él, y veo como pelea en los tribunales, que anulan la privatización de la sanidad madrileña, el cierre de centros sanitarios en castilla la mancha, el cambio en la educación en Baleares....y veo como, con absoluto respeto a la justicia, se sigue adelante con todo ello, a golpe de decreto ley si hace falta.

Y veo como no se ve nada raro en mantener a un presidente del constitucional, con voto de calidad, afiliado al PP, y a jueces perseguidos por actuar contra el gobierno, con Garzón tumbado, Bermúdez apartado, Ruz cuestionado, Castro espiado y de los Cobos sentado tranquilamente en su sillón de presidente constitucional.

Y si me despierto del todo igual me da por pensar que el aparato de gobierno ejerce contra su pueblo, cambiando las leyes cuando los jueces, aplicando la ley, les tumban las medidas de gobierno, como en Portugal, donde el constitucional tumba la ley que permitía el despido de funcionarios, porque era contrario a la ley, porque era contra el pueblo. Y podría ver a Holanda, anunciando solemnemente el fin del estado del bienestar, un país con casi el doble de la renta per cápita de España. Y ahí empezamos a ver no sólo contra de quien se legisla, que también, sino a favor de quien.

Y veo satisfechas a las empresas adjudicatarias de la sanidad, y veo felices a los bancos rescatados que no han caído, y veo felices a las universidades privadas, y veo felices a los fondos de jubilación privados, y veo felices a las empresas que pueden contratar más barato y veo feliz a un gobierno que se ampara en su mayoría absoluta para disfrazarla de razón, aunque ya no vemos las líneas rojas por ningún lado de tanto traspasarlas, y aunque los que no pueden pagar los servicios de tan felices señores, no estén precisamente felices.

Por cierto, y aunque no tenga nada que ver, hoy me he despertado con la noticia de que Rato, sí, ese de Bankia, es fichado por el Santander. Y es que hay que saber ser agradecido.

Y yo que creía que había que enseñar a los niños a ser críticos, a saber pensar. Y creía que los políticos eran delegados del pueblo que los elige, a su servicio y sujetos a su evaluación, y creía que la democracia se ejercía continuamente, como prevé la constitución, y no sólo cada cuatro años. Y yo que creía que votábamos a un partido para que hiciese lo que dice que va a hacer.

Claro que todo eso me pasa por crédulo. 


PD: Agradecer un préstamo narrativo a Juan José Millás y su excelente  Sindiós, de 2012, vigente hoy con más fuerza.

martes, 3 de septiembre de 2013

Cláusulas techo y suelo en las pensiones


Los filibusteros de la palabra, del retruécano, de los circunloquios literarios, atacan de nuevo.

Magia. Juego de palabras. Filosofía barata (con permiso de M-CLAN). Engaño consciente en todo caso.

La reforma en las pensiones está aquí. Y nos anuncian que las pensiones no van a bajar nunca. De la misma manera que se anuncia un descenso en el incremento del paro. Como digo retruécanos al servicio de la confusión, como mínimo.

En el gobierno se saltaron en bloque la lección que hablaba de precios constantes y precios corrientes. Estaban muy ocupados machacando discos duros.

Resulta que las pensiones no se revalorizarán en función del IPC, sino de un complicado sistema que toma en cuenta la evolución de la economía, el déficit público, los ingresos del estado etc.

En todo caso las pensiones siempre subirán, al menos, un 0,25%. Es nuestra cuota suelo. Para compensar, y como los bancos, nos ponen una cuota techo, el IPC+0,25%.

Deberíamos estar contentos. Nunca van a bajar las pensiones.

Mentira.

Vamos a poner como ejemplo una situación:

Los precios suben un 6%. Hacer la misma compra cuesta un 6% más, con lo que si los ingresos no nos lo suben en la misma proporción, deberemos comprar menos. No tendremos suficiente para seguir comprando lo mismo. Seremos más pobres. Nos habrá bajado el poder adquisitivo de esa pensión. Nos habrá bajado la pensión.

Y de la misma forma, si los precios suben el 6% y la pensión sube el 2% seremos un 4% más pobres, ya que la subida de la pensión no cubre la subida de los precios. Seremos más pobres aunque nos suban la pensión.

Vamos a verlo en la situación actual. 1,80% de inflación general interanual en julio (pero un 4,40% en alimentos y un 3,70% en medicinas o un 10,40% en enseñanza). Con una situación económica pésima, brotes verdes aparte. Con una caída bestial en ingresos públicos, con un déficit que se sale de las “recomendaciones” europeas, con una deuda pública cabalgando a rienda suelta.

Según estos datos, las pensiones sólo subirían un 0,25%.

Esto significa que somos un 1,55% más pobres según el índice general, un 4,15% más pobres si de comida hablamos, un 3,45% si son medicinas, y si decidimos ayudar al nieto en los estudios nos deberemos apretar el cinturón un 10,15% más.

En todos los casos somos más pobres, pero nos han subido la pensión y estamos contentos.

Tengo un euro diario para comprar el pan, que vale un euro. El pan sube a 1,50 y la paga a 1,02. Conclusión, me han subido la paga y ya no como pan.
 
Las pensiones se ajustaban al IPC para mantener el poder de compra. Para que pudiésemos seguir comprando pan. Ya no.

Pero además tenemos cláusula techo.

Cuando la economía vaya bien, cuando los ingresos públicos sean los que tocan porque por fin hemos conseguido reducir la gran bolsa de fraude fiscal en las grandes empresas (80% del total del fraude), cuando ya no tengamos una deuda pública desbocada porque los bancos han decidido hacerse cargo de los 36.000 millones que les tocaba pagar pero que hemos pagado todos, cuando los reyes dejen de ser los padres, la pensión subirá, como máximo un 0,25% más del IPC.

Es decir, recuperaremos la capacidad de compra perdida sólo en un 0,25%.

Recordemos, que en el caso expuesto antes, y con datos reales, en un solo año habíamos perdido, según IPC general un 1,55%.

¿Cuantos años hacen falta a este paso para recuperar lo perdido en uno sólo? Hagan las cuentas. 


Para entendernos, es como si estuviesemos en una escalera donde podemos ir hacia arriba o hacia abajo. La escalera es la capacidad de gasto real, es decir, nuestros ingresos entre el nivel de precios. Nuestra capacidad adquisitiva.

Hacia arriba sólo podemos avanzar de uno en uno, pero hacia abajo no hay límite de escalones a bajar. El límite lo pone el nivel del IPC, cuanto más grande sea el IPC más bajaremos, pues estamos anclados en ese 0,25%. 

Si el IPC es del 1%, bajaremos 0,75%, si es de 3% bajaremos 2,75%, sin límite en la caida.

Si subimos, sea cual sea el IPC, sólo subiremos un 0,25%.

A largo plazo, de esta manera, aunque miremos hacia arriba en las escaleras, tenemos muchos más números de acabar por debajo de la situación en que empezamos. Es decir, de perder poder adquisitivo.

El gobierno nos ha puesto una cláusula suelo que no nos frena la caida y una cláusula techo que nos frena la subida. Por nuestro bien.    

Así que tenemos un nuevo sistema, que nos aboca a una pérdida de poder adquisitivo importante cuando vienen mal dadas y un freno a la recuperación de ese poder adquisitivo cuando llegan los días de vino y rosas. Esto creará una espiral a la baja en el poder adquisitivo de las pensiones a largo plazo.

De nuevo, el gobierno legisla contra la población más desfavorecida, mientras siguen bastando 4 años en el congreso para cobrar la pensión máxima.

Pero nos lo explican tan bien que no nos importa. Las pensiones nunca bajarán o se congelarán, en precios absolutos claro. Nos darán 1,02 euros. Con esta alegría, ¿a quién le importa que el pan haya subido a 1,50?

Y esta vez no vendrá ningún tribunal a declarar ilegales las cláusulas suelo de las pensiones. 


Lo triste es que he podido comprobar que la estratégia de desinformación funciona en la población. Las ruedas de molino entran igual de fácil que una aspirina. Cuando tratas de explicar la realidad, los datos relativos, que son los realmente importantes, como poco lo que te devuelven es una cara de incredulidad, como si acabases de decir que la tierra es plana. ¿Acaso no suben la paga a 1,02?¿cómo va a ser eso malo?

La información cuesta, me refiero a que tiene un coste, leer, informarse y finalmente entender. El gobierno, cualquiera, lo sabe. Sabe que rara vez la mayoría pasa de la fase de leer. Así que se publica con titulares gordotes que la paga aumenta a 1,02.

Nos vamos tan contentos con lo buenos que son nuestros dirigentes. Aunque no acabamos de entender cómo es que ya no podemos comprar pan.
   
Pero algo bueno nos queda. Hemos encontrado un nuevo nicho de mercado. El márketing lingüistico, para decir lo que haremos pero pareciendo que haremos lo contrario. Orwell lo llamaria neolengua, yo sólo engaño.