miércoles, 13 de marzo de 2013

hipocritas!!

Esta pena de cosa inventada llamada país nunca dejará de sorprenderme. Y digo inventada porque los países son un invento que se sacaron de la manga unos señores con poder para acordar con otros señores con poder, que parte de terreno podía exprimir cada uno en exclusiva, habitantes incluidos. No fue más que un acuerdo comercial, un reparto de la tarta. Este acuerdo comercial se fue configurando a base de tortas, sangre y algún plan estratégico vía matrimonial. Después se inventó eso del patriotismo, que básicamente se trata de loar a tu amo sobre los demás, estar orgulloso de la bota que te aplasta la cara.
Pero eso no era lo que tocaba hoy, decía que esta pena de país no dejará nunca de sorprenderme, y realmente espero que siga así y un día me acabe de sorprender, pero en positivo, por variar algo.
Anda revuelto el patio político a raíz de Ponferrada, donde un trásfuga condenado por acoso sexual ha propiciado el cambio en la alcaldía. Andan unos rasgándose las camisas con el pero esto que quiere decir. Escandalizados de la poca moral del vecino de bancada al utilizar dicho excremento social para hacerse con el poder. Le afean el comportamiento de tan reprobable apoyo. Lo peor de lo peor vaya, peor incluso que evadir dinero a Suiza, donde va usted a parar.

Andan en el otro lado compungidos, tristes, apenados. Así que entonan el megahit del año, perdón nos hemos equivocado, no volverá a ocurrir. Se enfadan, les entra un ataque de honradez a última hora y fulminan al nuevo alcalde sin escrúpulos ni entrañas, lo dejan sólo con el malote trásfuga para que no les salpique.

Y andan los patriotas de sus barrios, defendiendo a sus amos. Que si mira que vergüenza, que si no, que los hemos expulsado, que si habíais dado el visto bueno previamente, que si no es verdad, que los detalles concretos no se sabían en Ferraz…en fin esas gilipolleces que quedan bien en los debates de salsa rosa de la política.

Y unos y otros, los más y los menos, los que se creen con toda la razón y los que creen que el resto no la tiene podrían hacer un concurso de hipocresía y quedaban todos campeones.

Resulta que es legal que un señor condenado por acoso sexual se presente a unas elecciones cuando termine el proceso de inhabilitación. Igualmente legal que el que se presente un señor que ha vaciado las arcas públicas en cuanto supere el mismo periodo.
Es legal que ese señor adquiera su silla de consejero/diputado/alcalde/senador/presidente de la Generalitat, si sus sufridos patriotas le votan, aunque haya quedado demostrado que fue mala persona, o no hubiese pagado unos trajecitos. Si se le vuelve a votar, es legal.

Es legal que un señor que ha sido votado por un partido cambie de bando a mitad de juego, que se lo pregunten a Tamayo en Madrid. Correctísimo legalmente.

Ahora bien, los señores que hacen esas leyes, los responsables de legislar, los que con sus actos u omisiones hacen que todo esto sea posible, ahora van y dicen que no, que queda mal. Unos afean a otros y otros agachan la cabeza, respiran hondo, convocan a la prensa y….lo siento mucho, nos hemos equivocado no volverá a suceder.

La única manera que conozco en la que no pueda volver a suceder es diciendo que ante la especial confianza que ha de tener el pueblo en sus representantes, los condenados por estos u otros motivos no podrán presentarse jamás a un cargo electo. Se legisla y punto.

Ahora, si lo que queremos es ser hipócritas, podemos ir más allá de la inacción, podemos legislar, cargarnos derechos, que se yo, con una reforma laboral por ejemplo, y luego aparecer para decirle a una gran empresa que aplique la reforma laboral con “sensibilidad”.
Lo dicho, un país de hipócritas, demasiado ocupado en ser patriotas de su banda, para pensar más allá, para dejar de ser siervos. Al fin y al cabo, una pena de país.

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