martes, 3 de septiembre de 2013

Cláusulas techo y suelo en las pensiones


Los filibusteros de la palabra, del retruécano, de los circunloquios literarios, atacan de nuevo.

Magia. Juego de palabras. Filosofía barata (con permiso de M-CLAN). Engaño consciente en todo caso.

La reforma en las pensiones está aquí. Y nos anuncian que las pensiones no van a bajar nunca. De la misma manera que se anuncia un descenso en el incremento del paro. Como digo retruécanos al servicio de la confusión, como mínimo.

En el gobierno se saltaron en bloque la lección que hablaba de precios constantes y precios corrientes. Estaban muy ocupados machacando discos duros.

Resulta que las pensiones no se revalorizarán en función del IPC, sino de un complicado sistema que toma en cuenta la evolución de la economía, el déficit público, los ingresos del estado etc.

En todo caso las pensiones siempre subirán, al menos, un 0,25%. Es nuestra cuota suelo. Para compensar, y como los bancos, nos ponen una cuota techo, el IPC+0,25%.

Deberíamos estar contentos. Nunca van a bajar las pensiones.

Mentira.

Vamos a poner como ejemplo una situación:

Los precios suben un 6%. Hacer la misma compra cuesta un 6% más, con lo que si los ingresos no nos lo suben en la misma proporción, deberemos comprar menos. No tendremos suficiente para seguir comprando lo mismo. Seremos más pobres. Nos habrá bajado el poder adquisitivo de esa pensión. Nos habrá bajado la pensión.

Y de la misma forma, si los precios suben el 6% y la pensión sube el 2% seremos un 4% más pobres, ya que la subida de la pensión no cubre la subida de los precios. Seremos más pobres aunque nos suban la pensión.

Vamos a verlo en la situación actual. 1,80% de inflación general interanual en julio (pero un 4,40% en alimentos y un 3,70% en medicinas o un 10,40% en enseñanza). Con una situación económica pésima, brotes verdes aparte. Con una caída bestial en ingresos públicos, con un déficit que se sale de las “recomendaciones” europeas, con una deuda pública cabalgando a rienda suelta.

Según estos datos, las pensiones sólo subirían un 0,25%.

Esto significa que somos un 1,55% más pobres según el índice general, un 4,15% más pobres si de comida hablamos, un 3,45% si son medicinas, y si decidimos ayudar al nieto en los estudios nos deberemos apretar el cinturón un 10,15% más.

En todos los casos somos más pobres, pero nos han subido la pensión y estamos contentos.

Tengo un euro diario para comprar el pan, que vale un euro. El pan sube a 1,50 y la paga a 1,02. Conclusión, me han subido la paga y ya no como pan.
 
Las pensiones se ajustaban al IPC para mantener el poder de compra. Para que pudiésemos seguir comprando pan. Ya no.

Pero además tenemos cláusula techo.

Cuando la economía vaya bien, cuando los ingresos públicos sean los que tocan porque por fin hemos conseguido reducir la gran bolsa de fraude fiscal en las grandes empresas (80% del total del fraude), cuando ya no tengamos una deuda pública desbocada porque los bancos han decidido hacerse cargo de los 36.000 millones que les tocaba pagar pero que hemos pagado todos, cuando los reyes dejen de ser los padres, la pensión subirá, como máximo un 0,25% más del IPC.

Es decir, recuperaremos la capacidad de compra perdida sólo en un 0,25%.

Recordemos, que en el caso expuesto antes, y con datos reales, en un solo año habíamos perdido, según IPC general un 1,55%.

¿Cuantos años hacen falta a este paso para recuperar lo perdido en uno sólo? Hagan las cuentas. 


Para entendernos, es como si estuviesemos en una escalera donde podemos ir hacia arriba o hacia abajo. La escalera es la capacidad de gasto real, es decir, nuestros ingresos entre el nivel de precios. Nuestra capacidad adquisitiva.

Hacia arriba sólo podemos avanzar de uno en uno, pero hacia abajo no hay límite de escalones a bajar. El límite lo pone el nivel del IPC, cuanto más grande sea el IPC más bajaremos, pues estamos anclados en ese 0,25%. 

Si el IPC es del 1%, bajaremos 0,75%, si es de 3% bajaremos 2,75%, sin límite en la caida.

Si subimos, sea cual sea el IPC, sólo subiremos un 0,25%.

A largo plazo, de esta manera, aunque miremos hacia arriba en las escaleras, tenemos muchos más números de acabar por debajo de la situación en que empezamos. Es decir, de perder poder adquisitivo.

El gobierno nos ha puesto una cláusula suelo que no nos frena la caida y una cláusula techo que nos frena la subida. Por nuestro bien.    

Así que tenemos un nuevo sistema, que nos aboca a una pérdida de poder adquisitivo importante cuando vienen mal dadas y un freno a la recuperación de ese poder adquisitivo cuando llegan los días de vino y rosas. Esto creará una espiral a la baja en el poder adquisitivo de las pensiones a largo plazo.

De nuevo, el gobierno legisla contra la población más desfavorecida, mientras siguen bastando 4 años en el congreso para cobrar la pensión máxima.

Pero nos lo explican tan bien que no nos importa. Las pensiones nunca bajarán o se congelarán, en precios absolutos claro. Nos darán 1,02 euros. Con esta alegría, ¿a quién le importa que el pan haya subido a 1,50?

Y esta vez no vendrá ningún tribunal a declarar ilegales las cláusulas suelo de las pensiones. 


Lo triste es que he podido comprobar que la estratégia de desinformación funciona en la población. Las ruedas de molino entran igual de fácil que una aspirina. Cuando tratas de explicar la realidad, los datos relativos, que son los realmente importantes, como poco lo que te devuelven es una cara de incredulidad, como si acabases de decir que la tierra es plana. ¿Acaso no suben la paga a 1,02?¿cómo va a ser eso malo?

La información cuesta, me refiero a que tiene un coste, leer, informarse y finalmente entender. El gobierno, cualquiera, lo sabe. Sabe que rara vez la mayoría pasa de la fase de leer. Así que se publica con titulares gordotes que la paga aumenta a 1,02.

Nos vamos tan contentos con lo buenos que son nuestros dirigentes. Aunque no acabamos de entender cómo es que ya no podemos comprar pan.
   
Pero algo bueno nos queda. Hemos encontrado un nuevo nicho de mercado. El márketing lingüistico, para decir lo que haremos pero pareciendo que haremos lo contrario. Orwell lo llamaria neolengua, yo sólo engaño.

3 comentarios:

  1. Excelente artículo, muy bien desarrollado...

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  2. Se dice que el buen diplomático es aquel que te manda a la mierda de una manera tal que estás deseando que acabe de hablar para que comience el viaje. Pues el que le escribe los discursos a Fátima Báñez debe ser la ostia en verso, salvo que tengas un mínimo de comprensión lectora...

    Muy buen artículo.

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  3. Solo puede mentirse con semejante impunidad si los medios de comunicación, siguen la corriente. Pero ¿qué son la mentira y el engaño para el crimen económico organizado?

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